Las multitudinarias protestas que se vienen sucediendo en los últimos días a lo largo y ancho de la geografía de Estados Unidos por la muerte del afroamericano George Floyd mientras era detenido por la Policía en Mineápolis hacen temer a las autoridades un repunte en el número de contagios de COVID-19 en el país, que ya es el más castigado y suma casi 1,8 millones de casos y más de 100.000 fallecidos.
Entre quienes han manifestado su preocupación figura Tim Walz, gobernador de Minesota, el estado donde se encuentra Mineápolis y donde comenzaron las protestas a raíz de la muerte el pasado 25 de mayo de Floyd asfixiado después de que un agente blanco le inmovilizara en el suelo con su rodilla en el cuello.
En las imágenes del arresto, que han dado la vuelta al mundo, se puede escuchar a Lloyd decir "no puedo respirar". El agente, identificado como Derek Chauvin, fue detenido e imputado el viernes por homicidio en tercer grado. Según informa este lunes la cadena ABC News, ha sido trasladado a una prisión estatal en Oak Park Heights, en Minesota, y su comparecencia ante un tribunal no está prevista hasta el próximo lunes.
"Estoy profundamente preocupado por este tipo de incidente superpropagador", ha comentado el gobernador Walz. "Vamos a ver un incremento en (los casos de) COVID-19. Es inevitable", ha reconocido, según informa la CNN.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, también expresó el sábado su preocupación. "Me gustaría que todo el mundo se diera cuenta de que cuando la gente se concentra es algo inherentemente peligroso en el contexto de esta pandemia", señaló, pidiendo a quienes decidan manifestarse que "se centren en el distanciamiento social y usen algo para cubrirse la cara".
Solo en Nueva York, según ha informado este lunes la Policía, se produjeron el domingo por la noche más de 200 arrestos, principalmente en Manhattan y Brooklyn. Además, al menos siete agentes han resultado heridos y una decena de vehículos han sufrido daños durante las protestas.
Por su parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Coumo, sostuvo el sábado que aunque la gente "tiene derecho a manifestarse, tiene derecho a protestar", "no tiene derecho a contagiar a otras personas". "No tenéis derecho a actuar de forma que se vaya a poner en peligro la salud pública", sostuvo el gobernador, recomendando a quien se manifieste que lo haga con mascarilla.
A su vez, la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, ha recomendado a quienes hayan participado en las protestas en la ciudad por la muerte de Lloyd que se hagan el test de la COVID-19. "Si estuviste manifestándote anoche, probablemente necesitas ir a hacerte un test esta semana", afirmó el domingo. "Todavía hay una pandemia en Estados Unidos que está matando a gran cantidad" de afroamericanos y miembros de otras minorías raciales, sostuvo.